
La seguridad no se sacrifica por conveniencia Gestión segura y eficiente con Mendel
La prevención de compartir tarjetas corporativas debe ser una prioridad para las empresas que buscan proteger sus finanzas sin perder eficiencia. Muchas organizaciones creen que, al limitar la cantidad de tarjetas corporativas que emiten, tendrán más control sobre sus gastos. Sin embargo, ocurre lo contrario: al compartir tarjetas entre empleados, el control se pierde por completo y se abre la puerta al fraude.
Imagina a un jefe de área con una sola tarjeta y 15 empleados. Cuando alguno necesita hacer una compra, lo más común es que el jefe le preste su tarjeta para evitar la molestia de gestionarlo él mismo. En ese momento, se pierde el control financiero de la empresa.
Riesgos de compartir tarjetas corporativas: confidencialidad, integridad y disponibilidad.
La seguridad financiera se puede evaluar bajo el modelo de la triada CIA:
- Confidencialidad: ¿La información está segura y solo accesible por quien debe?
- Integridad: ¿Los datos están correctos y sin manipulaciones?
- Disponibilidad: ¿Los empleados acceden a lo que necesitan cuando lo necesitan?
Compartir tarjetas compromete estos tres pilares. A continuación, te explicamos por qué.
Compartir tarjetas corporativas expone información sensible Una tarjeta corporativa es como una contraseña. Compartirla, física o digitalmente, es abrir una puerta al uso indebido. Cuando se manda la información por correo, mensajes o notas, se pierde el control sobre su destino. Un proveedor puede reutilizarla, un empleado puede abusar de ella y no hay trazabilidad real del uso.
Menos tarjetas, menos visibilidad en los gastos corporativos En la mayoría de los casos, limitar la cantidad de tarjetas solo reduce la visibilidad sobre el gasto, no lo evita. Con tarjetas tradicionales sin integración a una plataforma financiera, es casi imposible saber quién gastó, en qué, y con qué autorización.
Los procesos manuales al compartir tarjetas corporativas generan fricción Cuando los empleados deben usar tarjetas ajenas o gastar de su propio bolsillo para luego pedir reembolsos, el proceso se vuelve lento, desgastante y genera tensión entre Finanzas y el resto del equipo. Nadie quiere perseguir comprobantes ni justificar gastos fuera de política.
La solución: evita compartir tarjetas corporativas con Mendel Con Mendel puedes emitir tarjetas virtuales al instante, aprobadas previamente según el motivo de uso.
Cada tarjeta tiene reglas claras: montos, categorías, fechas y responsables. Esto te permite:
- Evitar compartir tarjetas corporativas.
- Aprobar cada gasto antes de que suceda.
- Recibir alertas en tiempo real sobre movimientos sospechosos.
- Tener trazabilidad y control completo sobre cada transacción.
Empodera a tu equipo sin perder seguridad Con las herramientas adecuadas, puedes entregar tarjetas a todos tus empleados sin miedo a perder el control. El secreto está en los controles automatizados: cada tarjeta tiene un propósito, un presupuesto y un responsable asignado.
Esto no solo mejora la seguridad, también acelera la operación, reduce errores y elimina la fricción entre áreas. Tu equipo trabaja más ágil, y Finanzas mantiene el control sin convertirse en un cuello de botella.
Conclusión Compartir tarjetas puede parecer una solución rápida, pero en realidad pone en riesgo tus finanzas. Con Mendel, no tienes que elegir entre seguridad y eficiencia.
Si lo que buscas es empoderar a tu equipo, mantener el control y evitar riesgos innecesarios, Mendel tiene la solución para ti.